En general, todos los equipos de radiofrecuencia constan principalmente de dos partes: el generador y el aplicador, que es la parte dónde se coloca el producto a tratar y que recibe la energía electromagnética emitida por el generador.

El generador convierte la electricidad de la red eléctrica en energía electromagnética de radiofrecuencia.

Los componentes de un generador de radiofrecuencia son:

  • Un circuito de condensadores e inductancias
  • Un triodo (válvula de vacío)
  • Una fuente de alimentación de CC de alta tensión

Cuando el producto entra en el aplicador (que sea un túnel o un horno batch), se sitúa entre dos placas metálicas (electrodos) que forman un condensador y están conectadas al generador de radiofrecuencia, cuya frecuencia de oscilación es muy alta. Al alternar el voltaje entre las placas, las moléculas de agua de producto vibran y giran intentando alinearse al cambio de polaridad de las placas. La fricción intermolecular producida es la que genera el calor, presente de manera uniforme en todo el producto.

La capacidad de producción está determinada por la tensión aplicada entre las dos placas/electrodos y el tiempo de exposición a la energía electromagnética (en el caso de los túneles, se regula este tiempo gracias al control de la velocidad de la cinta transportadora).

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